Ahí, junto a vos, están los monstruos que una vez intentamos hacer humanos, pero ya no me atacan, sólo me miran quietos, silentes, aguardando a que dé el paso para devorarme de nuevo. Ya a ti te han consumido, te embriagaron con desesperación, te amordazaron con palabras hirientes y ahora estas ahí, extendiendo tu mano, invitándome al festín, pero no iré, no dejaré que las pequeñas luces esperanzadas desaparezcan, no me tornaré gris a su antojo, sé que otra muerte me aguarda, pero no será a su modo, será como siempre quisimos, será libre y colorido, será buena y llena de satisfacción. Así que diles a los monstruos que hoy no seré parte de su círculo, hoy la historia no se repetirá.
lunes, 1 de septiembre de 2014
...
Ceniza en tus
ojos tristes, un halo de locura en tu manera de tocar al mundo, o tal vez
nosotros tocamos mucho de ti, no lo sé y no pretendo saberlo, ya no quiero ni
entenderlo, sólo estás allí en ese sitio donde todo se consume, tus pies se
queman con el pavimento al rojo vivo y así mismo las yagas comienzan a
explotar, ya no sientes dolor, entumecida en tus sueños de cristal, quieres
perdurar allí pero el terremoto pronto te hará quebrar, y de nuevo, una y otra vez caes, caemos, chocamos,
desapareces y aparecemos, solos, abandonados, poco a poco olvidados.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)